martes, 17 de mayo de 2011

Diana Vreeland, la gran dama de la moda.













































En este mundo hay dos tipos de personas: las que son historia y las que su vida acaba siendo una leyenda. Diana Vreeland pertenece al primer grupo, su vida ha pasado a la historia de la moda. Tenia la elegancia parisina y los buenos modales norteamericanos. Además contaba con la astucia y la genialidad indispensables para los cargos que desempeñó. Fue genial en el más amplio sentido de la palabra.
Nació en París en el seno de una familia de la alta sociedad, pero la I Guerra Mundial les hizo cambiar de domicilio, trasladándose a Nueva York.
Mujer poco convencional donde las hubiera y de facciones nada agraciadas con pómulos fuertemente maquillados y una laca roja en sus labios fueron grandes detalles que la identificaron durante un largo tiempo. Como toda mujer de gran carácter, fue una dictadora del estilo y por las páginas del Harper´s Bazaar y Vogue posaron bajo su atenta mirada las mujeres norteamericanas más destacadas de la época.
Creó tendencias, definió formas de vestir , de retratar....Todo un genio......

















































Su peculiar estilo de vestir y su ironía y sarcasmo le hicieron un hueco como columnista en Harper´s Bazaar, donde todavía se la recuerda por sus descabelladas sugerencias. En su día comentaba que ¨El biquini es lo más importante que ha pasado en el mundo desde la bomba atómica¨ .
Un nuevo camino le tocaba por andar. VOGUE América llamaba a sus puertas y le ofrecía el puesto de editora jefa. Durante su estancia en la revista catapultó  a modelos como Twiggy o Veruschka , y se la recuerda por su gran extravagancia. 
Como una diva, exigía plantas enteras en los mejores hoteles de París para conocer de cerca las colecciones de los artistas del momento, no escatimaba en gastos. El despido de la revista americana estaba por llegar, pero como le pasa a las grandes su puerta no paró de sonar. Poco después se convertiría en asesora del Costume Institute of The Metropolitan Museum Of Art, por donde paseó a sus anchas creaciones del maestro Balenciaga.

Murió en 1986 a la edad de 86 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario