Una vez finalizado el desfile de Givenchy, su creador, el italiano Ricardo Tisci comentaba relajado que su sueño siempre había sido ser surfista. Su fantasía se hizo realidad. Ayer en París pudimos comprobar que Tisci piensa diferente y aparca por el momento el estilo gótico que le ha perseguido durante los seis años que lleva dirigiendo el timón de la firma francesa.
Un mundo tropical de flores y estampados de aves exóticas han inundado la pasarela de Givenchy. Y el negro ha quedado desterrado por primera vez para el diseñador.
Pero los estampados y colores no han sido la nota más llamativa del desfile. La falda aparece con una connotación diferente a la de un gladiador de la antigua Roma. Ahora la apuesta es más cálida, la prenda se inunda de brillantes hojas, guacamayos y de algún que otro tucán, que dan el aire del trópico que buscaba el diseñador.
Lo que si está más que claro es que las prendas destilaban energía. En un ambiente deportivo iban apareciendo gorras de béisbol, sudaderas y pantalones cortos sobre leggings. Todo ello a veces en un verde militar, blanco monacal o estampado de una exuberante jungla. Ahora sólo queda esperar que el sol brille en el próximo verano 2012.
